- Antes de comenzar, prepara todos los ingredientes, lo ideal es que estén a temperatura ambiente a no ser que la receta indique lo contrario.
- Sigue la receta al pie de la letra, pesa todos tus ingredientes de forma meticulosa y no sustituyas ninguno, así las probabilidades de conseguir un bizcocho perfecto serán muy altas.
- Al batir, integrar o mezclar, usa una espátula de plástico para rebañar los laterales del bol cada minuto más o menos. Así, todos los ingredientes se mezclarán de manera uniforme y no quedarán grumos.
- Mide bien el molde para tú bizcocho. Si el molde es muy pequeño, la masa se saldrá en el horno, pero si es demasiado grande, se te puede pasar y el bizcocho quedará fino y seco. Lo ideal es llenar las 3/4 partes del molde con la masa.
- Dedica algo de tiempo a untar el molde con un poco de mantequilla o spray desmoldante y fórralo después con papel de horno, sobre todo la base. Si no, puede ser que se pegue y se te rompa el bizcocho al sacarlo del molde.
- Usa el temporizador del horno, será tú mejor amigo, pero no te fíes demasiado de él, comprueba el bizcocho con una brocheta, pincha justo en el medio y si sale limpia tú bizcocho ya estará preparado para salir del horno. Pero cuidado, no abras el horno antes de que se cumpla la tercera parte del tiempo de horneado.
- Espera 10 minutos para desmoldar el bizcocho, o corres el riesgo de que se rompa.
- Los bizcochos recién salidos del horno son muy frágiles, manéjalos con cuidado hasta que se enfríen y ganen firmeza. Lo ideal, si lo vas a decorar, es dejarlo reposar 24 horas en la nevera, envuelto con dos capas de film de cocina para que no se seque.
Y lo más importante de todo, conoce bien tú horno, los tiempos de horneado y las temperaturas son orientativas, cada horno tiene vida propia y lo mejor es hacerse amigo de él, por experiencia te puedo asegurar que es el peor enemigo de cualquier pastelero, por eso, hay que conocerlo muy pero que muy bien.
Espero que todos estos tips te ayuden y que tú horneado sea todo un éxito!!!